Marchando por la memoria: Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas
Armando Chacón Quiñones
Vanessa Guadalupe Ordaz Carrera
Estudiantes de Ingeniería en Biotecnología
Actualmente hay más de 112 mil personas desaparecidas en todo el país, y solamente en Puebla son alrededor de dos mil 500 hombres y mujeres cuyos paraderos son desconocidos.
A pesar de los recursos multimillonarios que se les otorgan a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla (CBPEP), las acciones llevadas a cabo por las autoridades dejan mucho que desear. Declaraciones oficiales sobre el ejercicio de este presupuesto muestran diversas compras innecesarias como unidades acuáticas, numerosas camionetas y cursos de capacitación a personal de los cuales no se tienen registro que se hayan llevado a cabo ni utilizado alguna vez, e incluso entre diversas autoridades, existen contradicciones relacionadas a la existencia de fosas clandestinas en el Estado.
Es por todo esto, que colectivos como Voz de los Desaparecidos en Puebla han decidido alzar la voz y hacerse notar. Esta organización se ha dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas, conformándose mayormente por madres buscadoras que salen a luchar por justicia ante el gobierno que ya tantas veces les ha dado la espalda.
El pasado 30 de agosto (2023) se llevó a cabo una marcha pacífica en la ciudad de Puebla organizada por este colectivo, en donde, como un acto de solidaridad, participaron los y las estudiantes del servicio social del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ (IDHIE). El recorrido inició en la Fiscalía General del Estado y concluyó frente al Palacio Municipal donde las familias de las víctimas dejaron fotografías y carteles con los que esperan se difundan sus casos.
Marcharon personas de todas las edades, incluidos niños y adultos mayores cargando carteles y gritando consignas que le exigían a la sociedad abrir los ojos, pues las desapariciones son crímenes de Estado en los que lamentablemente cualquiera puede verse involucrado.
Estas personas caminaban con una expresión de tristeza en sus rostros, pero sobre todo impotencia. Se requiere de mucha valentía para pararse delante de los periodistas y poder revivir estas memorias que tanto daño les han causado con tal de exigir justicia y causar un verdadero impacto a través de la empatía y el vigor.
No hay que dejar de luchar contra la impunidad y la corrupción en memoria de las miles de víctimas de desaparición forzada en México para reconocer también el coraje de sus familias que, por amor a sus hijos e hijas, han peleado en defensa de los derechos humanos.