Un año después
Por: Alexa Larisa Velázquez Rodríguez Estudiante de Relaciones Internacionales
“¡No entierren sus talentos!
¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!”
Papa Francisco
Frente a esta realidad tan caótica se vuelve necesaria una mirada distinta, sumada a un actuar diferente. Un actuar desinteresado, colectivo, incluyente y tenaz. Para ello, reconocerme, aceptarme, reconocerme en el otro, ser consciente de la problemática de nuestro entorno, y ser crítico ante este, se vuelve esencial, con el fin último de construir juntos alternativas que mejoren cada ámbito de nuestras vidas, por muy imposible que parezca lograrlo.
Ya no es tiempo de esperar a ver qué pasa. Nos toca transformar el declive, sostenernos a pesar del miedo, perseverar con fe y sabernos acompañados en la lucha siempre.
En enero del año pasado, comencé un diplomado en la Ibero Puebla titulado Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL). Fueron 8 meses compartidos al lado de 16 increíbles personas que en cada sesión me sorprendían con su compromiso, inteligencia, sensibilidad, creatividad, criticidad, pasión y singular personalidad.
Parte importante del Programa fue la oportunidad de vivir experiencias que nos marcaron profundamente: Ejercicios Espirituales, Inserción en Chalco, Estado de México; y el Encuentro Regional en Guadalajara, Jalisco.
Sin duda, puedo afirmar que no me considero la misma persona después de haber cursado este diplomado que me ayudó, en primer lugar, a creer más en mí y no tener miedo de ser. En segundo lugar, a comprometerme en la continua construcción de una realidad que responda a las necesidades de una sociedad más justa. Y en tercer lugar, me enseñó a dejarme sentir cada ola de emociones que llegaban a mí en todo lo que vivimos. Por último, aprendí a formar y trabajar en comunidad por ese proyecto mayor al que nos sentimos llamados.
Estoy muy agradecida de haber formado parte de la primera generación del PLIUL, más ahora porque muchos de nosotros continuaremos acompañando a la segunda generación, de la cual seguro surgirán grandes propuestas que tendrán un eco trascendente.
“Somos fuego que enciende otros fuegos.”
Saludos, Pliululululululs