El Alma en Fuego: Una perspectiva personal de la obra de Iván Cruz
Natalia García Sandoval
Estudiante de Psicología
Más allá de las Nubes, recopilación fotográfica digitalizada realizada por el fotógrafo paisajista Iván Cruz Isidro, se expone en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de Puebla, en la Lonja del campus universitario. La exposición cuenta con una gran diversidad de piezas, todas relacionadas y maravillosas, en donde el espíritu aventurero del retratista nos habla y conmueve, mostrando rincones de nuestro país que resguardan montañas, valles y tradiciones que merecen la pena ser miradas.
La fotografía; la captura del tiempo que incita a la sensibilidad, penetrando por nuestros ojos con sus colores y momentos de magia. Es el arte antiguo de la pesca de recuerdos, el resguardo del olvido; una necesidad por mantener vivo al efímero instante. Así, desde el inicio de los tiempos, el ser humano se ha interesado en manifestar sus emociones de manera artística, visual y capaz de erizar el alma de quien la mira.
En la contemporaneidad, tan rápida, avanzada y sistematizada, el olvido parece ser esencial. Olvidamos para que no duela; para que la mente, estruendosa y desconcentrada, no interrumpa nuestras actividades. Pero, ¿en verdad queremos olvidar?
Yo no creo que sea así. Es más, apostaría hasta mis letras si debo comprobar que, en realidad, los humanos morimos por recordar; por alimentar al fuego interno que danza en el volcán, por revivir día con día ese atardecer que nos vislumbró, o aquella noche de copas con buenos amigos. Qué no daríamos por caminar sobre las nubes, por volver a sentir la brisa y experimentar, cuantas veces queramos, la expansión de las pupilas cuando miras algo que te emociona. Lo eterno existe, y consiste en fotografiar; al cielo, o quizá conservarás una postal hasta que seas viejo, o colgarás algo en tu recámara… Pero vivirá, las imágenes no se van.
El acercamiento a la obra de Iván me hizo recordar la siguiente frase del reconocido fotógrafo y fotorreportero, Alfred Eisenstaedt:
“Lo más importante no es la cámara, sino el ojo”
Es necesario mirar al mundo con buenos ojos, permitir que cada esquina hable, dejar que el alma absorba la inmensidad de lo observado, capturado y después llevado al público. Es por eso que, la obra que tú también podrás presenciar, es un acto de justicia. Reconocimiento para los que no olvidan, para quienes viven y deciden coleccionar momentos e historias, e inevitablemente compartirlas con el mundo. Así, la pasión de Iván es una pasión para todos; es un acto de justicia para quienes no observan, para aquellos que olvidan nuestra historia, nuestras raíces, el pasado, presente y solo con la mira en el temible futuro. La fotografía de Iván también puede ser concebida como una pausa a la inmediatez en la que estamos inmersos; a las clases interminables, a las prisas que te pisan los talones. Iván nos dice calma, detente a observar más allá de las nubes.
Fotografía de obras por Natalia García Sandoval.
Una de mis obras preferidas de la colección de Iván, a quien se le dedica este artículo, se titula “La señora del volcán”. Se adjunta una fotografía de la obra:
Nuevamente Iván y su acto de justicia: el acercamiento a una comunidad distinta a la suya, un visitante con el corazón abierto para conocer y reconocer su cultura e historia. Y yo me pregunto… ¿Qué historias contarán los ojos de la señora del volcán? ¿Cuánto fuego nos estamos perdiendo por mantener los pies en la tierra, por vivir en la cotidianidad? Habiendo tanto por conocer, tantas nubes que surcar, tanto ojos que mirar…
Definitivamente, la obra de Iván hará que te detengas y mires al cielo, a cada esquina que te rodee, a capturar la fotografía que te pintará una sonrisa siempre que la mires. Recuerda: la verdadera muerte es el olvido. Mantengamos con vida al tiempo con la fotografía, avivemos el fuego del alma que danza en el volcán.