Más allá de la justicia, la verdad y la memoria. Un camino de concientización y cambio.
Arantza Hernández Marquez
Montserrat Vega Guzmán
Licenciatura en Psicología
En el marco del día de la no violencia en contra de las mujeres tuvimos la oportunidad de participar en un acto conmemorativo, que nos permitió no solo darle espacio a las voces que son poco escuchadas, sino que también pudimos acuerpar una lucha que es de todxs. Este evento fue el Pase de lista de los probables feminicidios del 2023, que abarcó desde enero hasta el 22 de noviembre.
El pase de lista fue un espacio abierto en el que se hizo un recorrido por tres momentos: justicia, verdad y memoria. Cada uno fue acompañado por canciones y actividades que reflejan las exigencias y los impactos que esta violencia deja en nuestra sociedad. Nos parece que movernos siguiendo la esperanza y la luz que emanan los nombres de las mujeres y niñas que fueron asesinadas, es una forma de búsqueda de cambio colectivo que nos acerca a encontrar respeto y dignidad para quienes ya no están con nosotras en cuerpo, pero que están presentes a través de su memoria, en sonrisas, pero también en llanto por ausencia.
En el pase de lista nombramos a 44 mujeres víctimas de feminicidio, que reflejan la consecuencia más drástica de la naturalización de la violencia contra las mujeres. La posibilidad de disminuir estas situaciones va de la mano con el nombrar adecuadamente lo que sucede. Es por esto que al mencionar los nombres de las víctimas trasciende solamente nombrarlas, sino que es un recuerdo constante de lo roto en el sistema que nos rige como sociedad, un patriarcado que permite que estos casos sigan ocurriendo de manera diaria y que la impunidad sea un consuelo para los responsables.
Sin duda este tipo de actividades nos conciernen a todxs, porque recordar es traer al presente la importancia de desnaturalizar la violencia y que a partir de ello, se pueden generar nuevas perspectivas que nos acerquen a una sociedad basada en el respeto a los derechos humanos.
La realidad del país supera a la ficción. Los registros no mienten, que existan estos casos es alarmante, de ahí que, la información que se comparte desde el Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, nos enseña mucho de las formas en las que se vive la violencia, la falta de conocimiento que se tiene de las mismas y de la cultura en la que estamos inmersos, caracterizada en muchas ocasiones, por la indiferencia.
Algunos de los casos registrados desde el Observatorio nos dejan como enseñanza la importancia de la denuncia, que es fundamental para la prevención de este tipo de sucesos. Es deber de lxs ciudadanxs nombrar todas las expresiones de violencia que identifiquemos, buscar la intervención oportuna de las autoridades correspondientes, pero también construir una sociedad a favor de la no violencia.
El evento fue un espacio para dejar atrás creencias hirientes y reflexionar para reflexionar críticamente acerca de nuestras realidades. Una prueba de ello es que participaron hombres en este pase de lista, considerando que la búsqueda de un mundo sin violencia tiene que ser una lucha de todas y de todos.
Este texto es una invitación a que la tristeza, el miedo y el dolor compartido nos lleven a tener una vista compasiva que genere un acompañamiento real y humano. Si algo te mueve, terminas moviéndote para cambiarlo. El pase de lista fue precisamente eso que terminó de convencernos de seguir en este camino de búsqueda de justicia, de memoria y de verdad.
Aprovechemos que estamos vivas, vivas para tejer un mundo más seguro, más generoso y más amable para todxs.