Gestionar la Responsabilidad Social
Por: Adriana Yarce Pérez
Estudiante del Diplomado en Gestión de la Responsabilidad Social
Dice un proverbio chino que “un paso dado por cien personas vale más que cien dados por una sola”. Qué razón tiene esta frase, y recientemente con los acontecimientos vividos a raíz de los sismos que han sacudido a México lo pudimos constatar, pues contaron sin duda los cien pasos de todos los que de diferentes maneras y desde sus fortalezas, ayudaban y buscaban sumar y atender las necesidades que nuestros compatriotas estaban teniendo; a que si sólo una persona hubiera, de alguna manera, intentado hacer todo sola.
Esto sin duda alguna refleja el valor de la solidaridad que todos los mexicanos, en mayor o menor proporción, llevamos en la sangre y que en situaciones como esta nos hace ponernos de pie y a entregarnos hacia un bien mayor, el bien común.
Sin embargo, si meditamos un poco más nuestro actuar, es un actuar movido por la pasión, entendiendo esta como un sentimiento que de cierto modo no nos permite razonar correctamente en el momento que se experimenta. Simplemente nos dejamos llevar por él, debido a que se sufre un desborde emocional muy fuerte y hace a la persona capaz de atreverse a tomar decisiones por impulso.
Sí, así fue, con el propósito de dar respuesta a necesidades urgentes, fuimos reactivos sin tomar en cuenta diversos factores, sin tener una mirada amplia de la situación, y así en una respuesta en este sentido apasionada desbordamos comunidades de ayuda, saturamos centros de acopio y sin duda se solucionó el problema de urgencia. Pero pensemos: ¿que pasaría si a la pasión en un actuar social le sumáramos responsabilidad? ¿Responsabilidad? Si, esa responsabilidad que nos hace actuar de forma consciente y que nos hace responder a las consecuencias que nuestro actuar conlleve. Estaríamos hablando entonces de una responsabilidad social, que como lo hemos visto es necesario gestionar no sólo en situaciones de emergencia o contingencia, sino también en las respuestas que emergen cotidianamente de la sociedad organizada para trabajar por alguna causa social.
El Diplomado en Gestión de la Responsabilidad Social en la Ibero Puebla responde a esta clara necesidad de gestionar de una manera responsable el actuar social de las voluntades, pues brinda las herramientas necesarias para ordenar estas acciones y que de este manera el impacto sea mucho más eficiente y eficaz; propiciando un espacio de formación a quienes de manera directa o indirecta colaboran para alguna Organización de la Sociedad Civil, además de ser un espacio en donde convergen estas OSC’S abriendo camino para el diálogo y la colaboración, que a su vez fomentan la retroalimentación y la sinergia.
Si a nuestra pasión por las causas sociales le sumamos responsabilidad imaginemos hasta donde podríamos llegar, de una manera consiente, razonada y organizada; si al empirismo le sumamos ciencia, esto es lo que estamos encontrando en el Diplomado: Gestión de la Responsabilidad Social, la teoría aplicada al actuar social.
Y como dijo Einstein “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”.
Hagamos las cosas diferentes para obtener mejores resultados, que esto que como país, como sociedad, como grupo y como personas hemos vivido nos haga ser mejores y tomar acciones para seguir construyendo el bien común.