Mi experiencia en la Semana de las Juventudes
Michelle Yescas Espinosa
Estudiante de 9° semestre de la Licenciatura en Procesos Educativos
Servicio Social en Casa IBERO periodo otoño 2021
Si te encuentras en la Ciudad de Puebla y una semilla de justicia social surge en tu corazón, no la ignores, tómala entre tus brazos y abrázala fuerte. Al tenerla bien clavada en el pecho, da tus primeros pasos a Casa Ibero y plántate frente a sus puertas, camina a través de su puerta blanca y saluda al perrito Solovino. Mientras llegas a las oficinas, mira las sonrisas de las señoras, de los y las niñas mientras juegan, permítete la oportunidad de observar a jóvenes pintar murales, dialogar, escucharse. Cuando te encuentres frente a la puerta de la oficina toca fuerte que, con cariño, Vero, Yuls, Sergio y Sele tomarán aquella semillita y junto a ti, crecerá. Entonces aquella pequeña semilla será tan fuerte que no sólo resonará en ti, se esparcirá por cualquier persona que te tenga cerca y de repente ya no será semilla, será lucha.
Ahora tal vez te preguntarás, ¿Qué es este espacio? Casa Ibero “Segundo Montes” S.J., es un lugar donde puedes contribuir de manera dialógica tus saberes junto con los saberes de las personas de Valle del Paraíso con el fin de crear en conjunto nuevas maneras de ver nuestra realidad.
Respecto al trabajo con jóvenes, una vez al semestre podrás participar en la “Semana de las juventudes”, la cual busca propiciar un espacio en el que se puedan aprender: conocimientos de diversas disciplinas a través de talleres teóricos-vivenciales; formas diferentes de relacionarse, incluyendo la reflexión de sus necesidades como jóvenes, problemáticas y fortalezas. Un espacio en el que puedan expresarse, convivir y divertirse (Granados, 2017).
Mi nombre es Michelle y antes de que la pandemia iniciara yo me encontraba realizando un intercambio en Brasil, regresé a México con lágrimas en los ojos y con ansias por cruzar los pasillos de la biblioteca, mirar el árbol de la cafetería o ver nuevamente al chico que alimenta los gansos dormitar junto a ellos. La vida universitaria que tenía antes de irme desapareció el último semestre y con ello mi semilla de justicia social se fue marchitando hasta que asistir a clases se volvió rutina y prender la computadora cada día un desagradable hábito.
Mi último semestre de universidad llegó, así como el destacable Servicio Social, elegí Casa Ibero. Después de una pausa por la pandemia y con todas las medidas sanitarias, la 7ª Semana de las Juventudes se llevó a cabo presencialmente. Durante mi participación en la semana, tuve la oportunidad de ver a jóvenes divertirse y reírse a carcajadas, y ahí, justo en aquellos momentos, algo resonó en mi corazón, como también considero resonó en el de mi compañera Itzel, de quien recupero las siguientes palabras:
“El taller de Kick Boxing con una duración de una hora, tuvo una asistencia de 13 jóvenes de 10 a 19 años, la cual fue una actividad donde la finalidad fue fomentar el compañerismo, la activación física, crear hábitos saludables, tener el conocimiento de cómo enfrentar cualquier situación de peligro y explicar brevemente la introducción al deporte. Fue una experiencia increíble el poder conocer a más jóvenes de la comunidad, muy capaces e inteligentes de realizar cualquier actividad. La mayor satisfacción de poder impartir el taller fue lograr tener su confianza para poder escuchar sus intereses, verles felices, conviviendo y aprendiendo un deporte de gran aporte a su vida”.
La Semana de las Juventudes no es algo que solo está dedicado a jóvenes de Valle del Paraíso, sino que son momentos donde podemos aprovechar para reunirnos en comunidad y dialogar sobre la vida, sobre nuestros problemas y lo más importante, divertirnos mientras aprendemos. Así que, si alguna vez tienes oportunidad, te invito a participar en este espacio y en general en Casa Ibero que, al menos a mí, me hizo recordar porque amé y amo tanto a mi universidad. Las horas que pasé ahí me dieron la oportunidad de darme cuenta de que aquella semilla nunca se marchitó, solo estaba dormida y ver a jóvenes participar, la despertó.