Recuerdan a los desaparecidos de Ayotzinapa a cinco años
Por Mary Tere Salvador Reyes
Para recordar el quinto aniversario de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, el pasado 24 de septiembre se llevó a cabo, en el Foro de la Artes Guillermo Cabello de la IBERO Puebla, la jornada “Realidad, reflexión y universidad”, organizada por el Área de Reflexión Universitaria (ARU).
La inauguración contó con la presencia del Rector, el Mtro. Mario Ernesto Patrón Sánchez, del Dr. Carlos Francisco Valverde, Director General del Medio Universitario, y como invitados de honor, Doña Hilda Hernández y Don César González, padres de César Manuel González Hernández, normalista desaparecido.
El Doctor Valverde abrió el evento con unas letras del poeta Mario Benedetti con el fin de invitar a la comunidad a “revisar el interior para arrancar el horror humano”, además señaló que la esperanza nace del interior e hizo un llamado a la humanización del mundo para construir un futuro justo y fraterno.
Cerró su participación citando al escritor Mathias Malzieu: “Es espantoso el ruido de un corazón cuando se rompe.”
Después, el Rector de la IBERO Puebla dirigió un mensaje a la comunidad universitaria, en donde señaló que una universidad jesuita es una “universidad histórica” debido a que “sabe vincularse”, en este caso con la realidad y el dolor que representa Ayotzinapa, además de que “intenta acompañar”.
Aseguró que la impunidad es un cáncer y que, a su vez, hay estructuras de poder que trabajan para el crimen organizado, lo cual se vio presente en el caso de Ayotzinapa desde su origen. Mencionó que en México se vive una “institucionalidad podrida” ya que ninguna institución hizo algo sobre este caso.
Asimismo, dijo que, en el actual gobierno federal, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, está la última esperanza de la institucionalidad puesto que: “si no se resuelve Ayotzinapa ¿qué se va a resolver en este país?”
Agregó que la Universidad tiene el compromiso de una cultura de paz, de no violencia y de un estado democrático, con lo cual se puede construir un país distinto.
Para concluir su mensaje, invitó a la indignación, con el fin de tener claridad de mente, para alzar la voz y formular preguntas.
De la misma forma, dirigiéndose a la comunidad estudiantil, aseveró que desde cada carrera se puede generar un cambio, afirmando que: “no hay transformación si no es con y desde las juventudes”.
Durante la última parte de la inauguración, Hilda Hernández y César González, originarios de Tlaxcala, compartieron sus testimonios como padres de César Manuel González Hernández, uno de los 43 normalistas desaparecidos.
Mencionaron que al enterarse de lo sucedido en Iguala se trasladaron a Guerrero con objetivo de saber qué había sucedido, sin embargo, no obtuvieron respuestas. Actualmente, residen en Guerrero para continuar con su búsqueda, siendo acompañados por los equipos de expertos que se han encargado del caso. Además, hicieron una invitación para que desde los espacios de cada persona se pueda hacer algo para conmemorar la tragedia.
“Yo no tengo un hijo de 10, simplemente un chamaco que quiere salir adelante”, recordó César González, al narrar los últimos encuentros que tuvo con su hijo antes de su desaparición.