Venezuela: Tierra de Gracia, Tierra en desgracia…
Por Luz Marina Manzano
Estudiante de Relaciones Internacionales
Para Venezuela tener petróleo se ha convertido en nuestra mayor bendición y nuestra mayor maldición a la vez. La llamada “enfermedad holandesa” nunca nos dejará ser una Arabia Saudita o un Kuwait en vías de desarrollo, es un problema de mentalidad cultural en el que creemos que siempre hay abundancia y por ello, se despilfarra.
La corrupción en nuestro país no es nueva, son más de 30 años “en lo mismo”. Chávez llegó como un mesías en 1999 con la firme convicción de convertir nuestro país en el más productivo y menos corrupto de la región latinoamericana, y tras algunos años de breve ilusión, progresivamente su equipo de trabajo se encargó, hasta el sol de hoy (17 años después), de llevarnos precisamente al camino contrario.
Pero lo que ha ocurrido este año es “el colmo”, no había sido suficiente con los engaños y desengaños hacia el pueblo venezolano con el cuento del socialismo, como para que el único rayito de democracia que quedaba, que era nuestra electa democráticamente Asamblea Nacional Legislativa, con diputados opositores altamente preparados, donde incluso los “rojo-rojitos”, como le decimos por aquí, tenían participación, intentó ser desmontada a finales de marzo.
Esto provocó que el pueblo se volcara a las calles a protestar por esta injusticia y así, aprovechar de una vez para sacarle en cara, en plena CALLE, las ineficiencias al gobierno, en cuanto a inseguridad, falta de medicamentos, insuficiencia de los sueldos, devaluación de la moneda, y en especial, falta de alimentos para toda la población (escasez generalizada).
Fueron 4 meses de ardua lucha en la calle, día y noche, prácticamente en todos los estados del país, los que dejaron más de 120 fallecidos, más de 3000 heridos, más de 1500 presos políticos y una fuerte presión internacional, que gracias a DIOS, aún continúa.
Fueron 4 meses difíciles, pero realmente muchos pensamos que saldríamos de esta pesadilla de gobernantes negligentes.
No fue así. La historia giró un domingo 30 de julio, y la falta de respuesta de los líderes opositores ante la impuesta por la fuerza Asamblea Nacional Constituyente, hizo que la calle se apagara, puesto que está ilegalizando la protesta y criminalizando a quien la promueva –represión total-, y que ahora estemos en medio de un absurdo proceso electoral de regionales que parece un teatro de humor negro ante el dolor que acaba de pasar la mayoría del pueblo venezolano.
Es así como ahora, EEUU nos cortó el suministro de ingresos por concepto de petróleo (nuestro mayor y prácticamente único comprador), y como la pobreza se está agravando diariamente y se va a agravar más apenas en semanas, luego de estas sanciones, simplemente el dinero que circula no tiene respaldo (recordemos que está totalmente devaluada) y el gobierno por no querer abrirse al mercado internacional, no posee financiamiento suficiente para la mega deuda que embarga a la nación, entonces la hiperinflación nos amenaza con cercano e inminente default.
Los venezolanos no necesitamos tanto estudio de economía y finanzas para entender la magnitud de lo que nos está pasando, y de allí, la emigración masiva que se está llevando a cabo estas semanas por la frontera colombo-venezolana, y a través de todo medio posible.
Esta frontera, es la más importante en este momento para nosotros, de allí depende la subsistencia de este absurdo sistema prácticamente, nuestra moneda, la comida, la gasolina… varios recursos de nuestro país se mueven fuertemente desde allí.
Recordemos también que, aunque ahora seamos los venezolanos los que huímos de este sistema que hunde nuestros proyectos de vida, por muchos años por esta misma frontera huyeron muchos colombianos de las Farc y demás grupos paramilitares que allí coexisten, incluyendo muchos de la misma Farc que vinieron a hacer de las suyas por aquí; por lo que esto es zona roja en estos momentos, zona de tensión, si se puede decir de esta manera.
Allí hay mucho qué hacer por las comunidades en sobrevivencia, por eso hay varias organizaciones internacionales que se encuentran adentradas en la región; por eso, sintiendo que tal vez pueda hacer un aporte allá, todavía quedamos algunos que queremos lucharnos el país. Creo que es el momento en que estamos perdiendo la República, se ha perdido la institucionalidad y la ley, creo que es momento de demostrar mucho más amor por el país, sea desde afuera o desde adentro del país, pero sin duda, desde adentro y en zonas así, el reto es mayor; más invito a investigar y visualizar las bellezas de paisajes que se gasta esta nación, y entonces… díganme, si esta lucha no vale la pena. En el nombre de Dios, la muerte de nuestros muchachos no será en vano, aquí pronto esperamos tener una República de nuevo, los esfuerzos de libertad tienen que valer la pena. Amén.