Trabajos invisibles
Sinaí Reyes
Estudiante de Comunicación
A quién corresponde que coma tres veces al día, si no sé cocinar.
A quién corresponde que tenga verduras en el supermercado, si no siembro.
A quién corresponde que las calles de mi ciudad estén limpias, si no barro ni mi jardín.
A quién corresponde que Kobe y Jenny se hallan accidentado, sino sabían pilotear.
A quién corresponde que haya aprendido a leer, si no hay libros en mi casa.
A quién corresponde que tenga electricidad, si no se instalar este servicio.
A quién corresponde que pueda comer tacos en la esquina, si no se prender la parrilla del carrito.
A quién corresponde que los niños estén vigilados en casa, si los padres están trabajando.
A quién corresponde que pueda pagar mis estudios, si no gano ni un peso.
A quién corresponde que escuche música en el celular, si no se tocar un instrumento.
A quién corresponde que disfrute libros de autores de otros países si no hablo su idioma.
A quién corresponde que los enfermos de hospital estén aseados, si no pueden levantarse de la cama.
A quién corresponde todo lo que mis padres son, si dicen que no tengo abuelos.
A quién corresponde que tapen los hoyos de la calle, si la única máquina que he usado en la grava es un auto.
A quién corresponde el índice de población, si la única forma de existir es por un embarazo.
A quién corresponde la pintura de las flores, camaleones o atardeceres, sino se pintar con acuarela.