Motivación y nuevos retos: la experiencia deportiva en pandemia
Alejandra Barroso Jiménez
Estudiante de Comunicación
La vida en pandemia no ha sido fácil. Durante un año hemos estado aislados, cuidando de nuestros familiares y a nosotros mismos. Sin embargo, estudiar en línea ha sido uno de los retos más difíciles de afrontar, ya que muchos universitarios “no se concentran para cumplir con tareas y hacer otro tipo de actividades como las deportivas”, señaló Nadia Gabriela Azotla de Gyves, capitana del equipo de voleibol de playa y miembro del equipo representativo de voleibol de sala de la IBERO Puebla.
Nadia, quien además es estudiante de la Licenciatura en Nutrición cursando actualmente el sexto semestre, compartió en entrevista para Contratiempo su experiencia y nos relata cómo ha sido entrenar desde casa.
¿Cuál fue tu reacción desde que supiste que no ibas a poder entrenar en las instalaciones de la universidad ante el confinamiento obligatorio impuesto en marzo del año pasado?
Me pegó muy duro la situación porque ya era una rutina. El entrenar en la universidad era mi momento para despejarme de las clases, de desestresarme. Pero a pesar de la situación, los coaches, idearon un plan para seguir entrenando, ya que todo lo psicológico afecta muchísimo a nivel deportivo. Este factor me animó mucho, además el hecho de que hiciera un Festival Deportivo Virtual, en donde participó la IBERO Léon, Ciudad de México, Puebla, el ITESO y Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Fue una dinámica diferente pero divertida, nos pasaron un link y nos pedían hacer diferentes ejercicios por un minuto y quien los hacía de la mejor manera pasaba a la siguiente ronda. Fueron sensaciones de nervios, debido a que solo estas tú en la videollamada con los maestros, pero en realidad lo disfruté mucho porque volví a vivir todo lo deportivo.
¿Cómo ha sido tu actividad deportiva en la disciplina de voleibol en estos meses de pandemia?
Al principio me preguntaba cómo le íbamos a hacer, porque voleibol es juego en equipo y además en contra de otro. Entonces propusieron rutinas, primero hacer sentadillas y ejercicios básicos que se pueden realizar desde casa como el toque de balón, boleo en tu lugar y con varias repeticiones. Estos ejercicios nos pedía el coach que lo hiciéramos todos los días durante al menos media hora para que lo tuviéramos dominado. Además, se quedaron de tarea ejercicios específicos, como acostarse y levantarse boleando.
¿Cuáles son las dificultades que percibes al entrenar desde casa?
Creo que a todos nos pasó pensar, al inicio de la pandemia, que sólo iban a ser unos meses en casa y que luego volveríamos a la normalidad. De hecho, cuando empezaba lo sentí como una relajación porque me la vivía muy estresada y activa entre la rutina de las clases y luego lo deportivo en ambos equipos. Por eso al inicio de la pandemia dije ‘me voy a tomar un descanso’ y aproximadamente como dos meses estuve sin hacer ejercicio, pero cuando me di cuenta que esta situación iba para largo volví a hacer. Entonces ahí fue cuando me reincorporé a los dos equipos. Luego descargué una aplicación que se llama Nike Training y ahí estuve haciendo los plantes, y, aunque ya no los sigo, porque ya no hago tanto ejercicio de fuerza, adopté el hábito de correr. Entonces puedo decir que este es mi nuevo hobby, ya que aproximadamente corro siete kilómetros diarios, además de entrenar los viernes con los equipos de voleibol.
Siendo la capitana del equipo de voleibol de playa, ¿cómo te comunicas con tus compañeras para motivarlas a pesar de la distancia?
Fue difícil. Ellas al principio con lo del Festival Deportivo Virtual estaban con una actitud negativa y con mucha tristeza, en donde ni siquiera querían participar porque me decían que solo les quitaban tiempo de clase, entonces me sentí con mucha presión y responsabilidad porque tenía que hacer que las actividades les llamaran la atención. Trataba de motivarlas en todo momento, y literalmente las impulsé a que sí participaran diciéndoles que es un verdadero orgullo representar a tu universidad y más en esta situación. Le eché muchas ganas en esta parte, ejerciendo el rol de capitana, al final ellas sí se animaron y juntas lo logramos, entonces la comunicación entre nosotras siempre ha sido muy buena.
¿Qué es lo que más extrañas de la rutina que comprendía tu entrenamiento en las instalaciones de la universidad?
Extraño muchas cosas. Extraño llegar a la universidad, estresarme porque no había estacionamiento, llegar a la clase de once a una de voleibol de playa y salir llena de arena, ducharme. En general, toda la rutina. También extraño el entrenamiento que tenía por las tardes con el equipo de voleibol de sala porque había buena convivencia. Además, extraño ver mucha gente, platicar, conocer a otras personas y encontrarme a todos mis amigos y amigas por los pasillos de la universidad. Hace muchísima falta.
¿Cómo organizas tu tiempo para cumplir con las tareas de la universidad y los entrenamientos?
Al principio tenía horarios para salir a correr y luego cumplir con los entrenamientos de voleibol, después de mis clases de la universidad, pero luego empecé a sentir la fatiga de las clases en línea, ya que son muy desgastantes, y no me quedan ganas de nada. Pero durante esta pandemia he aprendido que debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo, es decir, sí está bien llevar horarios porque es vital para un buen estilo de vida, pero hay veces en donde debes hacerle caso a tu cuerpo y sentir cómo te sientes, si tienes energía o si necesitas un descanso. Ya que, si quieres tener un buen rendimiento hablando deportivamente, tienes que escuchar a tu cuerpo porque si no, no va a funcionar.
¿Qué es lo que haces para escuchar a tu cuerpo y poder salir de la dinámica estudio-entrenamiento?
Me gusta mucho el ejercicio y correr me ayuda bastante para estar en paz conmigo misma. Pero también disfruto de ver series y hacer yoga, nunca lo había practicado, pero lo he estado intentado y, aunque sean 12 minutos, me ayudan mucho a conectar conmigo, a pensar positivamente y relajarme. Además, todo esto se lo sigo trasladando a mis compañeras de los equipos de voleibol, ya que luego me escriben que están cansadas, como todos lo hemos estado en algún momento. Entonces trato de calmarlas y ayudarles en lo que puedo con lo que voy descubriendo.
Cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en verde en Puebla, ¿cómo crees que será el regreso de las actividades deportivas de la universidad?
Siento que dependerá mucho de la disciplina, ya que si es en conjunto y son muchas personas en el grupo, creo que sí va a ser diferente, hablando de voleibol de sala, esa es mi perspectiva. Y, en voleibol de playa, creo que será un poco más fácil, porque somos menos y casi no necesitamos estar tan cerca entre cada integrante del equipo. Asimismo, creo que se van a empezar a implementar nuevos protocolos para realizar los torneos de manera segura y puedan seguir participando los equipos representativos.
¿Qué mensaje le darías a la comunidad universitaria que practica algún deporte?
Debemos aprender a conocernos, empezar a desarrollar un poco más de pensamiento positivo y escuchar a nuestro cuerpo, porque a veces también necesitamos un descanso y está bien salir de la rutina. Además, si el deporte que haces no se adapta en casa, puedes intentar hacer otro, pero mantenerte activo es fundamental porque el ejercicio te hace sentir mejor tanto físicamente como psicológicamente.
Texto publicado en el número 89 de Contratiempo