Moda y basura: Sostenibilidad en la industria textil y moda en Latinoamérica.
Por Ángel Bonilla
El pasado 4 de septiembre, la Ibero Puebla fue sede al evento Sostenibilidad en la industria textil y moda en Latinoamérica, un espacio en el que figuras de la industria textil se presentaron para hablar de ésta y su relación con la huella ecológica.
Bea Durán, curadora de arte, habló sobre el impacto que la industria de la moda ejerce sobre el medio ambiente, el cual recibe los químicos usados para lograr los acabados en las prendas y los residuos del secado y estampado.
Además, señaló que otro factor es que aunque la ropa tiene una “vida útil”, esta tarda de 50 a 200 años en descomponerse.
Frente a este y otros problemas planteados, por ejemplo la contaminación que conlleva la cría de vacas para fabricar prendas de cuero, propuso como alternativas el uso de bio textiles con un impacto ambiental casi nulo, como las producidas por Piñatex, cuyas fibras están hechas de cáscara de piña, u Orange Fiber, cuya materia prima son desechos cítricos.
Jorge Plata, de Innovación y Sustentabilidad CEO Argentum Textiles, asistió virtualmente, al dejar grabada su ponencia para ser expuesta en el evento. En esta, dio a conocer la importancia de romper el paradigma hacia los latinoamericanos, señalados por su supuesta inconsciencia ecológica.
Para ello, dijo, debe modificarse el ecosistema, palabra con la que nombra a “lo que no es percibido, pero ahí está, funcionando”, y así generar valor agregado, modelos de negocios servibles y transparencia, que, en sus palabras, equivale a la sustentabilidad.
Además, invitó a no evadir la verdad al momento de enfrentar las trabas del ecosistema, como sería incurrir o fomentar la corrupción.
En la ponencia Basura, tejido occidental, Valeria Corona, de Taller 67, expuso su trabajo, cuya peculiaridad consiste en la producción en comunidad de arte y ropa con basura. Esta se lleva a cabo en Chiapas, donde son aplicadas las técnicas tradicionales de confección, con materiales de desecho.
Corona señaló que la empresa genera una economía circular, al transformar los materiales, dar un precio justo a las prendas y así remunerar el trabajo en el taller. Entre sus piezas es posible encontrar cojines, ponchos, y huipiles hechas de cinta de VHS, hamacas ornamentales de propagandas políticas (volantes, carteles, lonas), bufandas de algodón y alfombras de pluma, entre otras.