El amor llega cuando menos lo esperas
Por: Ale Parker
Estudiante de Psicología
Y fue justo en ese momento que todo tuvo sentido.
Al tocarse nuestros labios, toda esa conexión que tenemos se convirtió en energía.
Puedo asegurar, que esa fue la razón por la que se me erizó cada milímetro del cuerpo.
A eso debo llamarle “magia”.
Ahora entiendo lo que es la conexión real entre dos almas.
Dos cerebros.
Dos espíritus.
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Ahora entiendo la frase: “el amor llega cuando menos lo esperas”.
Llegó, mutuo, y creo que ninguno de los dos nos damos cuenta siquiera.
No lo buscamos, pero lo queremos. Incluso cuando decimos que no.
Nos necesitábamos. No porque ahora seamos indispensables. Lo que necesitábamos era sentir esa compañía. Sentir que alguien nos entendía. Pero, sobre todo, no sentirnos solos por primera vez.