Todo pasó tan rápido
Salvador Castro Reynoso
Estudiante de Ingeniería en Logística
Desde que tengo memoria me ha costado mucho acostumbrarme a los cambios, y en esta ocasión todo pasó tan rápido. De la noche a la mañana nos vimos encerrados, llenos de incertidumbre y pasmados por una situación completamente ajena a nuestra comprensión. La intimidad puede azorar hasta al más fuerte de nosotros y complicar las cosas hasta niveles insospechables.
En lo personal, llevaba un año sin poder estudiar, y sentía la urgencia de comenzar mis estudios cuanto antes, si de algo estaba seguro era que no podía perder más tiempo. Desde hace algunos meses fui sacudido en mi situación socioeconómica, y tuve que decidir en torno a mis necesidades, en una atmósfera hostil e inevitable.
El inicio del semestre fue emocionante, pronto me vi rodeado de una comunidad dispuesta a la cooperación y al compañerismo para lograr mejores resultados en condiciones desfavorables, me sorprendió lo rápido que fue establecer amistades con personas a las que ni si quiera puedo poner rostro en mis pensamientos.
Confieso que ha sido complicado adaptarme a las condiciones actuales, sin embargo, estoy plenamente consciente de lo afortunado que soy por el mero hecho de seguir estudiando. Esto ha generado un fuerte compromiso conmigo mismo, para aprovechar esta enorme oportunidad que tengo y explotar todo lo que aprenda en beneficio de una sociedad más justa y libre.