EL AMOR ROMPE BARRERAS
Marlene Socorro Herrera Huerta
Se han preguntado ¿Por qué el sentimiento del amor rompe barreras?
Es un sentimiento que ha existido desde el inicio de la humanidad, desde Adán y Eva.
Existen muchos tipos de amor, el más loable es hacia nuestro Creador. Dios Padre.
Como dice la cita bíblica en Juan 3:16 “Porque tanto amo Dios al mundo que dio a su hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. En esta percepción se ve el amor infinito de nuestros Padre hacia nosotros.
Somos seres humanos con muchos errores, pero al mismo tiempo con virtudes, que sujetas al amor divino nos hacen ser fuertes, perseverantes y llenos de amor hacia uno, hacia la vida, y hacia los demás. Es el amor más puro que pueda existir.
También existe el amor entre parejas o entre amistades.
En el amor existen cualidades primordiales como la paciencia y la bondad que hacen la diferencia en cualquier relación amorosa. Es saber creer, esperar, soportar.
Todo esto lo compone el amor, un sentimiento puro, que nada ni el tiempo ni la distancia lo cambia.
Necesitamos cultivar estas cualidades ya descritas, y es en verdad el amor a su máxima expresión.
Amar lo cambia todo. Es el sentimiento por excelencia. Amar es dar, sin esperar nada a cambio.
En el amor no existe la envidia, la jactancia, el orgullo, la rudeza, el egoísmo, el enojo y el rencor. Todas esos comportamientos o actitudes que no debemos fomentar. Es muy importante erradicar esas acciones en nuestras relaciones interpersonales, si realmente queremos amar y ser amados.
La paciencia y la bondad nos ayudan a todo problema que surge en nuestras vidas. Nuestra mirada debe estar en la calidad de un amor sincero, sin ninguna pretensión, sin ningún interés, sin nada a cambio.
Así el amor logra penetrar hasta lo más profundo de nuestros corazones, nos hace vivir y revivir los momentos más agradables en nuestras vidas. Nos alimenta día a día y le da un brillo especial a nuestra existencia. Porque el amor es y será l el sentimiento clave para vivir una vida plena, aún en las subidas y bajadas.