Mi experiencia en la defensa del territorio en Oaxaca
Abel Sánchez Martínez
Estudiante Arrupe de la licenciatura en Derecho
Dedico este texto a quienes estén por iniciar, a quienes están en el proceso y a quienes hayan terminado como yo su experiencia de servicio social.
Es un gusto para mí, poder compartirles mi experiencia en el proyecto de servicio social que desempeñé en uno de los estados con mayor diversidad cultural del país, pero que enfrenta, sin duda, oleadas de grandes retos para la defensa de muchos de sus derechos colectivos. Para esto, me trasladé a la ciudad de Oaxaca para colaborar con la asociación civil “Tequio Jurídico” dentro del proyecto denominado “Acompañamiento Jurídico y Organizativo en la Defensa del Territorio” del cual les contaré más adelante.
Me presento: soy Abel Sánchez Martínez, estudiante de la licenciatura en derecho en la Universidad Iberoamericana Puebla, estoy adscrito al “Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, SJ.” originario de la comunidad de Santa María Zapotitlán del municipio de Santa María Ecatepec, perteneciente al pueblo indígena Chontal del estado de Oaxaca. Soy partidario de la justicia social y me considero defensor de los derechos colectivos de las comunidades y pueblos indígenas, sobre todo, del derecho al territorio, a la libre determinación y autonomía del pueblo chontal.
Como ya es sabido, las condiciones en las que se encuentran las comunidades rurales e indígenas del país y particularmente en el estado de Oaxaca, son las más precarias y carentes tanto en economía como en el reconocimiento de sus derechos y Santa María Zapotitlán no es la excepción. Esta comunidad además de soportar los rezagos del sistema económico de nuestro país, también se vio afectada por el hambre insaciable de las empresas mineras que intentan extraer los minerales de nuestros suelos mexicanos y oaxaqueños. Lo anterior, a costa de las formas de vida y prácticas ancestrales de nuestros pueblos que protegen su territorio, tan es así que desde el 2011 la empresa Zalamera S.A de C.V concesionó (sin conocimiento ni consentimiento de la comunidad) 5413 hectáreas de tierras chontales para la extracción de oro, plata, cobre, zinc y plomo, hecho que desencadenó por parte de las comunidades afectadas, un proceso organizativo de resistencia para defender no sólo a la tierra concesionada, sino a la vida misma que se práctica dentro del territorio.
Es aquí donde interviene Tequio Jurídico, quien por más de 23 años ha trabajado con comunidades chontales en la defensa de sus derechos colectivos indígenas y agrarios, y que ha enfocado su lucha para defender al territorio chontal frente a las amenazas externas tales como: programas federales que buscan la privatización de las tierras como el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE) y desde el 2014 frente a la concesión minera denominada “Zapotitlán 1”.
Finalmente, el proyecto en el que me sumé en el periodo de otoño 2021 sobre “Acompañamiento Jurídico y Organizativo en la Defensa del Territorio” coordinado desde la Vereda de trabajo “Defensa Colectiva del Territorio” por la abogada Araceli Magdalena Olivos Portugal, comprendía inicialmente: planeación de trabajo, comunicación con autoridades, presentación de promociones, hacer análisis y prevención de riesgos, hacer trabajo en comunalidad y hacer análisis integral de las amenazas para las comunidades y defensores de los derechos humanos (todo lo anterior atendiendo a la defensa del territorio pensado en oficina por las condiciones de pandemia). Sin embargo, en mi estancia se me presentó la oportunidad de recorrer las comunidades que se acompañan y acercarme directamente a la gente, ahí pude sentir su descontento y enojo por la amenaza que representa la concesión, pero también, pude sentir alegría y su amor al territorio, recordándome que no se defiende solo a la tierra sino a la vida misma.
Uno de los grandes aprendizajes que me deja el servicio social es el trabajo en equipo. La defensa es colectiva entre todos y todas, cada uno desde sus capacidades como profesionistas, experiencias, aptitudes, cargos, edades, género, etc., aportan su granito de arena para la construcción de un proyecto común.
A ti compañero, compañera que estás valorando en qué modalidad de servicio social te gustaría sumarte, déjame decirte, que la mejor experiencia la puedes encontrar en inmersión, porque solo así tendrás la oportunidad de experimentar con todos tus sentidos las problemáticas de nuestro país y sus resistencias.