Mi acompañamiento en Villa IBERO
Akira Lobato Domínguez
Diseño estratégico de la información
Decir que comenzar mi proceso de acompañamiento y orientación psicológica cambió mi vida para bien suena dramático, cliché y muchos otros adjetivos, pero eso no disminuye el hecho de que sea verdad. Haber tomado el primer paso hacia la mejora ha sido de las mejores y más difíciles decisiones a las que me he enfrentado, ya que comenzar a navegar el camino para ser, estar y sentirme mejor está lleno de realizaciones que pueden ser dolorosas y a las que solemos resistirnos.
Es importante que nosotres, como estudiantes, estemos al tanto y sepamos de los espacios que la misma universidad nos ofrece. Yo finalmente me animé a pedir ayuda para mejorar poco a poco mi salud mental y se me ofrecieron diferentes alternativas de las cuales seleccioné la mejor para mí: el acompañamiento que se da por parte de Villa IBERO (ya que soy residente).
Siendo completamente honeste, creo que no hay “un momento idóneo” para acercarte a la terapia. Es algo que todes deberíamos implementar en nuestras vidas ya que a pesar de lo drenante que pueda llegar a ser, poder ir notando esas pequeñas mejorías es muy reconfortante. Por lo que si tú, queride lectore, tienes esa curiosidad por la terapia, inténtalo. Nadie te recriminará por abandonarlo, por dejarlo a medias, por ir con varios terapeutas o por cualquier otra cosa.
He crecido muchísimo como persona y me he sentido verdaderamente respaldade a través del gran cambio y duelo que es el mudarse y vivir por tu cuenta, junto con todos los eventos a los que también me he tenido que enfrentar a lo largo de mi proceso que comenzó el semestre pasado. Pasé de ser alguien que reprimía absolutamente todo lo que pudiese a ser alguien que – aunque le cueste – abraza sus sentimientos, los reconoce y les da el espacio que se merecen y necesitan.
Lo cierto, es que no ha sido algo sencillo ni un cambio de la noche a la mañana ya que no es sólo el ir, sino también el estar dispueste a crecer y mejorar – y batallar para hacerlo. Sin embargo, creo que ese es un reto que vale muchísimo la pena conquistar ya que ahora me siento mucho más cómode con quién soy y cómo me expreso y eso me ha ayudado a mejorar relaciones con mi familia y amigues. No me cabe duda de que empezar a andar este rocoso camino hacia el verdadero bienestar ha sido de las mejores cosas que he hecho y espero que mis palabras e historia te inciten a acercarte y pedir ayuda. No hay nada de malo con reconocer y admitir que no estamos bien y que necesitamos ayuda para superarlo.