Mi camino hacia el egreso
Salvador Márquéz
Estudiante de Ingeniería Automotriz
Me llamo Salvador Márquez Gutiérrez tengo 24 años. Vengo de un Pueblo llamado San Martín del Progreso Municipio de San Felipe Tepatlán Puebla, ubicado en la Sierra Norte. Mi lengua materna es el Totonaco, hablo también español y además estoy aprendiendo una tercera lengua, el inglés. Actualmente estoy estudiando Ingeniería Automotriz en la Universidad Iberoamericana Puebla y formo parte del Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, SJ.
Tal vez nos ha pasado a todos que no sabemos qué carrera elegir cuando estamos a punto de hacer el examen de admisión. A mi me pasó algo similar, aunque semanas antes del examen yo ya sabía qué carrera elegir (Arquitectura), porque me gusta dibujar casas, crear nuevas ideas para el hogar, al mismo tiempo se me facilitan los diseños.
Recuerdo que mi afán de querer estudiar Arquitectura, era porque desde los 16 años en temporada de vacaciones venía a la Ciudad de Puebla, a trabajar de ayudante de albañil y desde ese momento veía a los arquitectos. Me gustaba ver cómo interpretaban los planos de los departamentos, y siempre me dije, quiero ser como ellos, que crean sus propios diseños y los construyen.
Cuando llegó el día, tenía miedo de no pasar el examen, no recuerdo qué tiempo tardó que me entregaran mis resultados, pero lo que sí recuerdo es que los resultados fueron favorables, ahora solo me faltaba obtener la beca. Cuando me entrevistaron me sentí muy cómodo al platicar con el comité de selección. Uno de los requisitos que me pedían para hacerme acreedor a la beca, era tener un proyecto con el objetivo del bien común para la sociedad, además de darle seguimiento durante la carrera.
Pasaron los días y a la semana abrí mi correo electrónico y vi una respuesta de la beca y al momento de abrirlo tenía mucho miedo de ver algo que no quería leer, pero fue todo lo contrario y no podía creer que me habían aceptado. En ese momento mis emociones explotaron, no lo podía asimilar, fui a contarle a mi madre y al igual que yo no lo podía creer. En ese momento nos empezamos a reír de la emoción y le di un abrazo muy fuerte ya que sin su apoyo no lo iba a poder lograr.
Fue así que pude ingresar a la IBERO Puebla, gracias a la entonces Beca Pedro Arrupe.
Una semana después, me citaron a orientación vocacional porque en la entrevista comenté que tenía dos carreras, terminé eligiendo Ingeniería Automotriz. ¿Por qué cambié de carrera?, porque me gustan también mucho los autos, (cada uno tiene su propio diseño) y por otra parte para mí es un arte la ingeniería. Además de querer ser ingeniero, me llamó mucho la atención conocer más en profundidad todo el conocimiento automotriz y así poder especializarme en los motores de combustión interna y eléctricos.
Puedo compartirles que a muy pocos días de graduarme me siento muy feliz, pero al mismo tiempo triste de dejar la Universidad que me apoyó en ser una persona con sueños. Me duele dejar de ver las personas que estuvieron conmigo en el camino, a los amigos y a los grandes profesores y mi acompañante que siempre estuvo ahí conmigo apoyándome en el transcurso de mi carrera.
Realmente voy a extrañarlos, voy a extrañar verlos en los pasillos y en la cafetería cuando desayunaba con los amigos y hacer planes de estudiar en las tardes. Por otro lado, me siento muy feliz de poner en práctica toda la destreza que he adquirido a lo largo de la carrera y al mismo tiempo impulsar a los jóvenes de mi comunidad para seguir estudiando a pesar lo difícil que se vea la situación.
Sé que no todos los jóvenes conocen los programas de becas, así que me pongo a sus órdenes para darles asesorías para tener un buen promedio y ganarse una beca y poder seguir estudiando para continuar con sus sueños.