Naufrago tanto en mis sueños…
Por Alejandra Alí Gil Rojas
Naufrago tanto en mis sueños que incluso algunos se hunden y otros abordan…
Las cosas que me han pasado en este año son totalmente difíciles de asimilar, he tenido que ser fuerte para mantenerme de pie todos los días frente a mi familia; he perdido mucho este año, amigos que nunca más veré en esta tierra, terminé con una relación que me lastimaba y no era correspondida; al mismo tiempo tuve que ser fuerte para poder apoyar emocionalmente a mis amigos.
En el transcurso de esta pandemia llegó un momento que ya no podía controlar mis emociones; hicieron que me desplomara en los brazos de mi mamá; cuando ella me abrazó y preguntó ¿por qué no salí de mi cuarto y me mantuve callada todo la semana? le respondí llorando y le conté todo lo que estaba guardando; mi bella madre me hizo ver la parte que estaba tratando de matar en mi interior, me estaba enfermando con tantos recuerdos y culpas que no me pertenecían.
Es un trayecto muy pesado en el cual me acerqué a Dios, pero no al Dios católico sino al que siento cuando veo a mi familia completa, al que escucho cada mañana cuando salgo al jardín de mi casa, ese que cuando abrazo a mis padres puedo sentir y agradecer todo lo que tengo día con día, esta pandemia fue un stop muy significativo para mí, agradezco que tengo a mi familia completa, que me han ayudado a ser libre aún estando encerrada.
*Fotografía elaborada en el contexto de la Jornada de Reflexión Universitaria del ARU, dentro de la clase Ser Persona, impartida por el Mtro. Samuel Barroeta Valderrama